By Flor Sosa @florsosadd*

En un mundo donde los grandes nombres y talentos de la moda dan los mejores shows, aparece como un cisne negro o mejor aún “cisne verde”, el Copenhagen Fashion Week. Escenario indiscutible de moda sostenible y testimonio vivo de que los países escandinavos están a la delantera en lo simbólico y lo real de la moda con propósito.

Lo ves en las calles, en las pasarelas, la moda como statement. Nada luce como NY, París ni Milán, en Copenhagen se escucha otra voz, la moda con otro registro. Los cuerpos son distintos (altísimos por cierto), los looks, las pasarelas, todo en armonía con el medio ambiente, inclusión y minimalismo.

Individualidad, tecnología, sostenibilidad y vanguardia

Es mi primera vez en CPHFW SS24 y mi mente se debe acomodar de inmediato a un nuevo registro. Como siempre, el show que precede al show es el street style y me resulta muy inspirador, además del clima que también es una variable que ellos saben controlar a la perfección, la lluvia es constante, el gris un set y una chica que pasa cancherísima con sus botas de lluvia vintage, donde yo me quejo por tener que armar un look que combine con el paraguas.

El estilismo se presenta en función de la comodidad y funcionalidad y el minimalismo nórdico se declara decididamente como una estética sin esfuerzo donde un jean oversize con sweater de Stine Goya (marca local) es el look que elegí y jamás hubiera usado en París FW.

Acá la conciencia ecológica no es simbólica sino real, los diseñadores optan por materiales reciclados, piezas antiguas, moda circular, baúl de abuelas y también el nuestro de unos 3 o 5 años atrás. La sensación que las pasarelas crean tendencia con una mirada revisionista, ir para atrás antes de ir adelante y el resultado, a veces me resulta divertido y otras no tanto. El compromiso se nota y por momentos puede convertirse en un juego, “vestirnos y divertirnos” o a veces, overthinking mata creatividad. Pero cumplen con los 18 requisitos mínimos que debieron aplicar en el esfuerzo de reducir el enorme impacto de la industria en el planeta. Ni siquiera los diseños de alta gama y marcas de lujo se alejan del statement sostenible.

¿Qué otros valores? Tecnología, me sorprendió la cantidad de charlas IT que hubieron intercalando los shows. Inclusión, todos gozan de un altísimo nivel de autoconfianza y confianza en los demás, la moda no incomoda, no juzga, comunica bienestar y aceptación “estoy bien, te respeto y te acepto”. Individualidad, el famoso, “cada quien viste lo que se le canta y en el cuerpo que se le canta”. Experimentación, estampados atrevidos, colores vibrantes, siluetas no convencionales, que obvio son favorecidas por los cuerpos escandinavos que no son el promedio mundial, acá medir 1.90 pasa desapercibido y las tendencias se ajustan a esa la altura quizás exagerada para el resto del globo, y donde se pone dificil pensar en looks fáciles de exportar.

Además, en pasarela hay muchas líneas limpias y diseño funcional, el urban style propio del minimalismo escandinavo. Se ve cómo combinan sin esfuerzo elementos básicos propios de su estilo con accesorios it y crean looks atemporales que jamás veríamos en París.

Capas, telas livianas, oversize, lujo silencioso y ese final que da como resultado, que el cisne verde es una chica muy cool, pero que ¿quizás piensa demasiado?

Mi show favorito GANNI SS24

GANNI es una marca danesa, creada por un matrimonio “los Reffstrup” y con su correspondiente B CORP CERTIFIED (como muchas de las que se presentaron) y que significa cumple con altos estándares verificados de responsabilidad social y medioambiental, y fue mi show favorito en el último día de CPHFW.

“Ningún árbol ha sido dañado en el proceso de hacer este espectáculo” aclara, y es que consistió en un set ambientado a partir de 5 árboles que usaron para comunicar la interacción que hay entre el mundo orgánico y digital a través de la tecnología y la IA, obra de la artista digital Cecilie Waagner Falkenstrøm, que hizo que los árboles hablen para Ganni. Todas especies locales y alquiladas para el show, a través de un vivero que hace crecer árboles en macetas y que pueden trasladarse sin modificar su biodiversidad, a la manera de un Bonsai de gran tamaño. Inteligente, verde y gran show.