Pharrell Williams keeps steering the Louis Vuitton menswear universe with precision and this time, the slope is the mountain. The 2026 men's ski collection blends real alpine performance with a sharp, urban attitude built to travel far beyond the snow.
Technical credibility leads the drop: waterproof materials, sealed zips, ventilation systems, insulated phone and mask pockets, BOA closures and full-performance ski suits. A piece in LV Tartan Pixel and another in technical “denim” flip ski function into style language; a jacket mimics corduroy but behaves like serious gear. Form follows function, but the silhouette keeps the power.
Off-piste, après-ski energy turns luxe. Shearling, cashmere blends, big quilting, faux-fur jackets and bold knits bring heat to winter wardrobes. Accessories hit equally hard: LV Yeti snow boots, archival-coded ski goggles, and bags in trompe-l’oeil nylon and metallic finishes mirroring snow glare.
The idea is straightforward: performance and style aren't two worlds. The LV man moves — slope, street, lounge, jet — with the same confidence. Ski as a lifestyle code. Luxury as rhythm.
Pharrell Williams sigue marcando el pulso del menswear en Louis Vuitton, y esta vez lo hace mirando a la montaña. La colección masculina de ski 2026 mezcla performance real con una estética afilada, pensada tanto para la nieve como para la ciudad.
El foco está en la precisión técnica: materiales impermeables, cierres sellados, ventilación, bolsillos térmicos y sistemas adaptados para botas de snowboard. Hay un mono en LV Tartan Pixel, otro que simula denim técnico, y una chaqueta que parece pana clásica pero está construida con especificaciones de ski. Todo pensado para funcionar —y destacar.
Lejos de la pista, el espíritu après-ski toma peso. Shearling, cashmere, acolchados generosos y piezas efecto-yeti levantan el volumen del invierno. En los accesorios sobresalen las LV Yeti boots, máscaras con ADN de los trunks históricos y bolsos que alternan nylon trompe-l’oeil y PVC metálico estilo paisaje alpino bajo el sol.
El mensaje es claro: técnica y estilo no compiten. El hombre LV sube, baja y sigue —pista, calle, club, jet— con la misma seguridad. Ski como código cultural, lujo como actitud.
