In the industrial heart of Milan, Dropcity (https://www.instagram.com/dropcity_org/) hosts Memory Curtains, an exhibition that explores the boundaries of memory and form. Letizia Caramia (https://www.instagram.com/letiziacaramia/) and Morten Thuesen (https://www.instagram.com/mortenthuesen_/), the duo behind OLDER Studio (https://www.instagram.com/olderstudio/), present their first show under their own names: eight monumental pieces that navigate the intersection of photography, painting, and architecture.
Encased in iron frames and protected by wooden crates reminiscent of art shipping containers, the works invite reflection on the fleeting nature of memory. Thuesen’s decade-long archive of photographs, detached from specific places or times, becomes a series of architectural objects, dividing space and constructing intangible narratives.
The exhibition is not just to be observed. With the collaboration of master screen printer Andrea Baldelli and the rug-makers at cc-tapis (https://www.instagram.com/cc_tapis/), visitors are invited to join workshops that fuse technical skill with collective creation. It’s a dialogue between process and object, where memory takes shape both in the pieces and in the act of making.
Memory Curtains doesn’t aim to provide answers. Instead, it suggests. Between light and shadow, the tactile and the imagined, the exhibition invites viewers to move through a space where stories linger, suspended, like a curtain that opens and closes at the rhythm of the observer.
En el corazón industrial de Milán, Dropcity abre sus puertas a Memory Curtains, una exposición que desafía los límites de la memoria y la forma. El dúo detrás de OLDER Studio, Letizia Caramia y Morten Thuesen, presenta su primera muestra bajo sus propios nombres: ocho piezas monumentales que oscilan entre la fotografía, la pintura y la arquitectura.
Las obras, enmarcadas en estructuras de hierro y protegidas por cajas de madera que evocan contenedores de arte, invitan a pensar en lo efímero. Las imágenes, tomadas por Thuesen a lo largo de una década, no pertenecen a un lugar ni tiempo específico; son fragmentos de recuerdos convertidos en objetos arquitectónicos que dividen el espacio y construyen narrativas invisibles.
La muestra no es solo contemplación. Con el apoyo del maestro serígrafo Andrea Baldelli y la colaboración de la firma cc-tapis, los visitantes tienen la oportunidad de participar en talleres que fusionan técnica y creación colectiva. Es un diálogo entre el proceso y el objeto, donde la memoria cobra vida tanto en las piezas como en las acciones.
Memory Curtains no ofrece respuestas. Prefiere sugerir. Entre la luz y la sombra, lo táctil y lo imaginado, la exposición es una invitación a moverse en un espacio donde las historias permanecen suspendidas, como una cortina que se abre y se cierra al ritmo de quien observa.
PHOTOS: Giorgio Veronesi
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