Por @andreabarja

Desde su estudio en Nueva York, la diseñadora y estratega María Angélica Morell impulsa una nueva narrativa para el talento de América Latina. Fundadora de The Studio LATAM, una agencia creativa que ofrece dirección visual, estilismo, campañas y mentoría, Morell conecta marcas y creativos con la industria internacional, articulando una visión potente sobre identidad, autenticidad y proyección global con raíz 100% local.

En un mundo donde lo autóctono recupera valor y las raíces se transforman en bandera, su propuesta vibra con el pulso de una sensibilidad contemporánea. No se trata de resistir la globalización, sino de dialogar con ella desde un lugar propio, firme y sin traducciones forzadas. Su mirada no busca adaptarse: busca resonar. En The Studio LATAM, cada imagen, cada historia, cada puente tendido entre culturas, es una declaración de identidad. Una apuesta por lo nuestro, narrado con verdad, belleza y estrategia.

Con experiencia en marcas como Lacoste, Anita Ko Jewelry y Badgley Mischka, María entendió que el talento latino no necesitaba adaptarse a una fórmula global, sino encontrar sus propias formas de profesionalización y posicionamiento. Así nació The Studio LATAM en 2022, como respuesta a una necesidad concreta.

“Detectamos una necesidad clara de representación estratégica para marcas y creativos latinoamericanos que buscaban posicionarse globalmente sin perder su autenticidad. The Studio LATAM nace como una plataforma especializada en construir puentes entre lo local y lo global, elevando el talento regional con una narrativa contemporánea.”

Hoy, cuando la moda emergente busca nuevas voces, Morell se enfoca en construir puentes entre identidad, sostenibilidad y storytelling. Para ella, el futuro de la moda no pasa por seguir tendencias, sino por narrar procesos, cultivar comunidades y defender miradas que antes fueron ignoradas o subestimadas.

“La moda en América Latina está despertando con fuerza. Se siente valiente, emocional, con ganas de contar historias propias sin pedir permiso. Es como si estuviéramos reaprendiendo a mirarnos y a valorarnos desde otro lugar, más genuino.”

Una de sus convicciones más fuertes es que lo auténtico no debe ceder frente a lo global:

“A veces creemos que para ser escuchados afuera hay que cambiar el tono. Y no. Lo más poderoso que tenemos es lo nuestro. El verdadero reto está en creer que nuestra historia es suficiente, que no necesita traducción.”

En esa búsqueda, The Studio LATAM se posiciona como un espacio donde lo visual es en consecuencia, político y cultural, desafiando estereotipos y generando conexiones duraderas entre talentos, marcas y audiencias.

“Está emergiendo una voz nueva, pero cargada de memoria. Hay una búsqueda de raíz, de identidad. Pero también hay una pulsión joven, urbana, digital, que no tiene miedo a mezclar ni a incomodar. Eso me emociona mucho.”

El trabajo ético, para María, implica una mirada consciente sobre cada decisión.

“Para mí, la ética en la moda no es sólo sobre materiales o procesos: es sobre respeto. Respeto por quién cuenta las historias, por quién las produce, por quién las consume. Es entender que la moda es política, y que cada decisión tiene peso.”

Desde ese enfoque, lo que propone no es una agencia, sino una plataforma de sentido.

“Visibilizar y posicionar el talento creativo latinoamericano en la industria global, con autenticidad y excelencia.”

Y lo más emocionante, dice, todavía está por venir:

“Me emociona pensar que apenas estamos empezando. Que lo que viene es expansión, cruce de fronteras, más visibilidad para voces que antes no tenían espacio. Y que todo eso se va a hacer con corazón latino.”