Por @andreabarja

La nueva línea de diseño de Revo articula una visión donde el objeto óptico opera como interfaz entre la percepción y el pensamiento. Su primera colección, CXN_01, se construye desde la precisión técnica y una sensibilidad que incorpora referencias a la física cuántica, la resonancia planetaria y la materia oscura. Cada pieza entiende el diseño como lenguaje, una forma de leer lo que no se nombra, pero estructura lo visible.

La colaboración entre Revo y J Balvin en dirección creativa no se limita a una estrategia de imagen. Es una alianza de investigación, tanto tecnológica como estética. A Balvin se suma el creativo sueco Mattias Gollin, con quien el artista comenzó a desarrollar un lenguaje visual propio en 2024. De ese diálogo surgió un primer par impreso en 3D, concebido como pieza única y usado en conciertos, videoclips y apariciones públicas. Lo que nació como gesto privado tomó volumen público y derivó en una plataforma capaz de transformar la curiosidad en sistema.

NRGY responde a esa intuición. Su arquitectura conceptual emerge desde zonas liminales, donde fenómenos que escapan a la observación directa pueden intuirse. El resultado son gafas que desafían la función tradicional del objeto óptico. Filtran luz, pero también amplifican sentido. Esto es posible gracias a la exclusiva tecnología de lentes polarizados de Revo, desarrollada a partir de investigaciones de la NASA, que permite a la colección ofrecer una experiencia óptica completamente nueva.

La colección CXN_01 incluye cuarenta diseños distintos y se acompaña de una edición limitada llamada Mark II, una relectura de las gafas relámpago que marcaron el inicio del proyecto. Desarrollado por VVT (Vita Veloce Team), estudio fundado por Balvin y Gollin, este modelo condensa la dimensión especulativa de la propuesta.

NRGY by Revo es un ejercicio de ingeniería emocional. Una sintonía precisa donde mirar ya no es registrar, sino activar una conciencia visual expandida.

Revo’s new design line proposes a vision in which the optical object functions as an interface between perception and thought. Its first collection, CXN_01, is built on technical precision and a sensitivity that draws from quantum physics, planetary resonance, and dark matter. Each piece understands design as language—a way to read what remains unnamed yet shapes the visible.

The collaboration between Revo and J Balvin, in his role as creative director, extends far beyond image strategy. It is a joint inquiry, both technological and aesthetic. Joining Balvin is Swedish designer Mattias Gollin, with whom the artist began developing a singular visual language in 2024. From that exchange emerged a 3D-printed prototype, conceived as a one-off and worn across concerts, videos, and public appearances. What began as a private gesture soon gained public dimension, evolving into a platform capable of transforming curiosity into system.

NRGY answers to that intuition. Its conceptual architecture is rooted in liminal zones—spaces where phenomena that elude direct observation can still be sensed. The result is a series of glasses that challenge the traditional function of optical design. They filter light, yes, but they also amplify meaning. This is made possible through Revo’s exclusive polarized lens technology, originally developed through NASA research, which allows the collection to deliver an entirely new optical experience.

The CXN_01 collection comprises forty distinct designs and includes a limited edition model: Mark II, a reimagining of the lightning glasses that marked the project’s origin. Developed by VVT (Vita Veloce Team), the creative studio founded by Balvin and Gollin, this piece distills the speculative dimension of the initiative.

NRGY by Revo is an exercise in emotional engineering. A precise frequency where looking is no longer passive registration, but the activation of an expanded visual consciousness.