The notes from Rabanne's show describe Julien Dossena's SS25 collection as a fusion of the "everyday and exquisite" highlighting the application of "couture techniques to wearable designs." This notion was expressed through intricate layering and the enhancement of essential wardrobe pieces such as rugby tops, striped shirts, and windbreakers.
The collection's opening look exemplified this trend, featuring a denim skirt layered beneath a t-shirt, complemented by an unbuttoned dress shirt and a windbreaker. On the feet were striking pink pumps encased in transparent plastic galoshes.
The success of this outfit lay in the artful layering of garments rather than the emphasis on any single item, making it not only stylish but also remarkably wearable. This layering approach continued throughout the collection, with oversized blazers draped over metallic jackets and cable knit sweaters casually thrown over dresses. Look 30, in particular, impressively combined a t-shirt, a shirt, a hoodie, and a long leather jacket.
In addition, the collection showcased "wearable couture" through geometric dresses adorned with studs and interconnected by chains, reminiscent of Paco Rabanne's iconic 1960s designs. Among the highlights was reportedly the most expensive bag ever seen on a runway: the "1969 Artisan Edition in lustrous gold with Arthus Bertrand." This exquisite piece resulted from over 200 hours of research and prototyping, alongside 100 hours of meticulous fabrication. The final creation features 371 discs made of 18k gold and weighs 745 grams, making it perhaps a treasure best reserved for special occasions.
Las notas del desfile de Rabanne describen la colección SS25 de Julien Dossena como una fusión de lo "cotidiano y exquisito", destacando la aplicación de técnicas de "alta costura a diseños utilizables". Esta noción se expresó a través de capas intrincadas y la mejora de piezas esenciales del guardarropa, como camisetas de rugby, camisas a rayas y rompevientos.
El primer look de la colección ejemplificó esta tendencia, presentando una falda de mezclilla combinada con una camiseta, complementada por una camisa de vestir desabotonada y un rompevientos. En los pies, lucía llamativos tacones rosas envueltos en galoshes de plástico transparente. El éxito de este atuendo radicaba en el arte de la superposición de prendas, en lugar de enfatizar un solo elemento, lo que lo hacía no solo estiloso, sino también notablemente utilizable. Este enfoque de capas continuó a lo largo de la colección, con blazers oversized sobre chaquetas metálicas y suéteres de punto grueso casualmente sobre vestidos. El Look 30, en particular, combinó de manera impresionante una camiseta, una camisa, una sudadera con capucha y una larga chaqueta de cuero.
Además, la colección presentó "alta costura utilizable" a través de vestidos geométricos adornados con tachuelas e interconectados por cadenas, evocando los icónicos diseños de Paco Rabanne de los años 60.
Entre los aspectos destacados se encontraba, supuestamente, el bolso más caro jamás visto en una pasarela: la "Edición Artesanal 1969 en dorado brillante con Arthus Bertrand". Esta pieza exquisita fue el resultado de más de 200 horas de investigación y prototipado, junto con 100 horas de meticulosa fabricación. La creación final presenta 371 discos de oro de 18 quilates y pesa 745 gramos, lo que la convierte quizás en un tesoro que es mejor reservar para ocasiones especiales.