Berlin may not be renowned for its culinary scene, but Café Frieda is turning the tables—quite literally. Nestled in just off Helmholtzplatz park in East Berlin’s Prenzlauer Berg this relaxed-chic restaurant has quickly become the go-to spot for those in the know, drawing in a crowd that’s as stylish as it is discerning. Even global superstars like Rosalía have been spotted soaking up the vibes at this Berlin gem.
A modern take on the classic neighborhood bistrot
At Café Frieda, the mantra is simple: Coffee. Food. Bread. Wine. Music. These are the things that matter. Yet, simplicity is where the modesty ends. Open Tuesday to Friday from 6 PM until midnight and on Saturdays from 11 AM till late, it serves up a menu that is both radical and refined, putting a contemporary spin on bistrot classics. The approach is clear—seasonal but not fleeting, local but not limited.
Its beauty also lies in its versatility. It’s the kind of place where you can stop by for a coffee, enjoy oysters -like this season’s and out of this world with tomato & watermelon hot sauce- and pét-nat at sunset, or get carried away by its exquisite selection of vinyl records while indulging in an endless feast.
Radical, natural, local
Frieda’s philosophy could not be more clear: Fuck Industrial Agriculture. With a commitment to regenerative farming, every dish tells a story of sustainable sourcing and culinary creativity. The housemade sourdough bread alone is reason enough to visit—an artisanal delight that has already gained a cult following. And don’t even get us started on the soft serve ice cream, made with local milk and featuring inventive flavors like hazelnut praline with sea salt or Meyer lemon with olive oil.
Wine lovers will be delighted with the selection of natural wines, curated to complement every dish on the menu. The cocktails are just as outstanding, offering the perfect prelude to the night ahead.
So whether you’re a local or just passing through, make sure Café Frieda is on your list. Trust us, you won't be disappointed.
Berlín puede no destacarse por su escena culinaria, pero Café Frieda está cambiando las reglas del juego—literalmente. Ubicado cerca del parque Helmholtzplatz en el barrio de Prenzlauer Berg en el este de Berlín, este restaurante relajado y chic se ha convertido rápidamente en el lugar de referencia para los que están al tanto, atrayendo a un público tan elegante como exigente. Incluso superestrellas como Rosalía han sido vistas disfrutando de esta joya berlinesa.
Una mirada moderna al bistrot de barrio clásico
En Café Frieda, el mantra es simple: Café. Comida. Pan. Vino. Música. Estas son las cosas que importan. Sin embargo, la simplicidad es lo único modesto aquí. Abierto de martes a viernes de 18:00 a medianoche y los sábados desde las 11:00 hasta tarde, ofrece un menú que es tanto radical como refinado, dándole un giro contemporáneo a los clásicos del bistrot. La propuesta es clara—de temporada pero no pasajera, local pero no limitada.
Su belleza también radica en su versatilidad. Es el tipo de lugar donde podés pasar a tomar un café, disfrutar de ostras -como la de esta temporada y de otro mundo con salsa picante de tomate y sandía- y pét-nat al atardecer, o dejarte llevar por su exquisita selección de vinilos junto a un banquete interminable.
Radical, natural, local
La filosofía de Frieda no podría ser más clara: Fuck Industrial Agriculture. Con un compromiso con la agricultura regenerativa, cada plato cuenta la historia de una fuente sostenible y de la creatividad culinaria. El pan de masa madre casero es, por sí solo, una razón suficiente para visitar—una delicia artesanal que ya ha ganado seguidores de culto. Y ni hablar del helado soft serve, hecho con leche local y con sabores innovadores como praliné de avellanas con sal marina o limón Meyer con aceite de oliva.
Los amantes del vino estarán encantados con la selección de vinos naturales, curada para complementar cada plato del menú. Los cócteles son igual de bárbaros, ofreciendo el preludio perfecto para la noche que se avecine.
Así que, tanto si sos local como si estás de paso, asegurate de que Café Frieda esté en tu lista. Confiá en nosotros, no te vas a arrepentir.
Photos: Maša Stanić