¿Cómo describirías el estado actual de la industria de la moda en Chile y a nivel global?
El concepto básico del upcycling se ha adoptado a nivel mundial, y con ello ha desaparecido el prototipo de modelo delgada. Ahora, la industria de la moda se ha vuelto totalmente inclusiva.
¿Irías en contra de tu instinto, pensando como diseñadora?
Nunca traicionaré mis instintos, ya que son parte de mi esencia, y sentiría deslealtad hacia mí mismo al hacerlo.
¿Cómo describirías el equilibrio entre interés y viabilidad comercial en sus diseños?
El interés y la viabilidad de mis diseños dependerán exclusivamente de la disposición de las personas a ser lo suficientemente atrevidas para usarlos, ya que el concepto de la marca es precisamente edgy.
¿Sientes nostalgia por tu adolescencia? Sientes nostalgia por algo en particular? El Upcycling tiene que ver con esta “nostalgia” al darle una nueva vida a prendas que quedaron en el olvido?
Extraño mucho mi infancia, ya que siempre fue como vivir en un cuento de hadas. Desde que era pequeña, me sentía como una princesa. Respecto al upcycling, tiene cierta relación, pero en esencia implica crear nuevas prendas mediante la combinación de elementos de prendas antiguas.
Contanos de tu primera colección de ropa en NYFW, como lo viviste, los obstáculos que tuviste con la organización y cómo los pudiste superar?
Siento que caí en una trampa. Después de desfilar en París en septiembre de 2023, recibí una invitación tentadora para presentar mi colección en Nueva York en marzo de 2024, supuestamente de forma gratuita. Al principio, todo parecía perfecto. Me enviaron un contrato que firmé, y aunque a veces me llamaban expresando entusiasmo por trabajar conmigo, también imponían condiciones, como el uso exclusivo de modelos proporcionados por ellos.
A pesar de prometerme una pasarela gratuita, me cobraron $1,500 por el servicio de Getty y $500 por una página web, lo cual parecía lógico dado el contexto. Pero una vez en Nueva York, todo se desmoronó. Mi nombre no estaba en la lista de diseñadores, señalando una falta total de organización por parte de la organizadora.
Además, se comunicaron con mis modelos en varias ocasiones, generando incertidumbre y confusión entre ellas y yo. Aunque inicialmente se canceló su participación, lograron desfilar al final, pero enfrentamos problemas con el maquillaje, el peinado y la música, que había enviado con un mes de anticipación. Gracias a la intervención de mi hermano y Matías Buzeta quien fue mi pilar fundamental, pudimos solucionar estos problemas y lograr un momento emocionante en la pasarela.
Sin embargo, la organizadora nunca cumplió su promesa de proporcionarme las fotos de Getty ni de incluirme en la página web. Esta experiencia me dejó claro que nunca más aceptaré un regalo sin confirmar todos los detalles previamente. Además, la falta de un ensayo previo para la pasarela el día del evento demuestra una grave falta de profesionalismo por parte de la organizadora. Es importante compartir esta experiencia para evitar que otros diseñadores caigan en situaciones similares.
A pesar de todo, fue una experiencia hermosa que compartí con mi familia y con Matías. Estoy muy agradecida por todo lo vivido allá.
Claramente, estoy contactándome con plataformas serias para presentar mi colección en septiembre, sin importar el costo, siempre y cuando se adecuen a mi presupuesto. Mientras tanto, estoy tomando clases en Parsons de forma online y diseñando algunas prendas, ya que todavía falta mucho para esa presentación.
¿Qué proyectos tienes en mente para esta temporada?
Seguiré con mis estudios y trabajaré en el diseño de algunas prendas para presentar en NYFW septiembre.