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Inspirado en la rica herencia familiar y una pasión compartida por la buena comida y el vino, Caldera promete ser el lugar perfecto para disfrutar de una experiencia gastronómica única.

El martes 22 de mayo se celebró el evento de inauguración de Caldera, donde los invitados disfrutaron de un tapeo variado que les permitió degustar algunos de los exquisitos platos de la carta.

Para acompañar hubo una barra de tragos, cerveza española y una selección de vinos, creando un ambiente festivo pero acogedor.

Además, la noche estuvo ambientada con un DJ set y un vibrante show en vivo de flamenco, que aportaron el toque final para coronar esta ocasión tan especial.

La Historia de “Caldera”: un bar de tapas españolas y vinos con alma italiana en Argentina

En el corazón de Buenos Aires, entre calles empedradas y una esquina difícil de hallar entre el bullicio de la ciudad, se encuentra Caldera, un bar de tapas y vinos, que ha sabido mezclar la pasión italiana con la calidez española en una esquina francesa, como todo lo que representa a los Argentinos. La historia de Caldera es una mezcla rica de culturas, donde cada detalle tiene una raíz profunda y significativa.

La idea nació después de un viaje familiar a Madrid, donde los bares de tapas típicos del centro, especialmente “La Dolores”, dejaron una impresión duradera. Este bar en Buenos Aires fusiona la pasión italiana y la calidez española, ofreciendo tapas y vinos en un ambiente acogedor y familiar. Es un lugar donde las tradiciones mediterráneas se celebran con cada bocado y copa.

Su nombre surge de la historia familiar de los Calderone, una familia con profundas raíces italianas. Como buenos tanos, los hombres de la familia Calderone son conocidos por su carácter pasional. Este apodo familiar, que evoca la intensidad y el calor de una caldera a punto de explotar, fue el elegido durante una reunión con amigos, donde entre risas y copas de vino, se decidió que este sería el nombre perfecto para el bar.

¿Por qué un bar de tapas españolas?

La herencia española de Caldera viene de las abuelas Ñata y Coca, quienes trajeron consigo las tradiciones de su tierra natal. Con ellas llegaron las recetas de tapas, las historias alrededor de la mesa y el amor por el vino. Estas influencias se mezclaron con las costumbres italianas que los Calderone llevaban en la sangre, creando una combinación única que define el carácter del bar.

Entre los platos destacados se encuentran: el pintxo de langostino y chorizo colorado. La tortilla “Caldera” con cebolla caramelizada, chistorra y morrones asados. La empanada de mar, con un mix de mariscos, calamar, langostinos, mejillones y cholgas.

Entre los tragos se destacan el Tinto de Verano, el Gin Tonic y el Negroni, además de la clásica caña tirada. El bar tiene capacidad para 35–40 personas, con un formato de mesas redondas que permite adaptar el salón y sumar comensales según sea necesario, ideal también para eventos privados.

Caldera es más que un bar; es un lugar de encuentro donde la familia extendida y los amigos se reúnen para compartir momentos

Las paredes del bar son lienzos en blanco para fotos de momentos y recuerdos que rindan homenaje a la familia y amigos que pasen por allí. La comida en este bar no es simplemente una excusa social. Cada tapa se prepara con el amor y la dedicación que se han transmitido de generación en generación. La cocina es un espacio sagrado donde se mezclan las recetas españolas con toques italianos, creando sabores únicos que invitan a compartir y disfrutar. La particularidad de Caldera es que, como en casa de familia, la cocina estará abierta de 12 a 00 hs, y toda la carta se podrá degustar en esos horarios.

El bar ofrece un ambiente acogedor y vibrante, con un encanto rústico que recuerda a un clásico bodegón en una arquitectura francesa. La iluminación cálida, junto con detalles en madera y hierro, invitan a los clientes a relajarse y disfrutar. La música española de fondo completa la atmósfera, haciendo de cada visita una experiencia memorable.

En Caldera, cada visita es una celebración de la vida, la familia y la amistad, un testimonio vivo de la herencia española e italiana que los Calderone llevan con orgullo en su corazón.