Con Nacha Guevara en plan leyenda, Vicuña como el fantasma del deseo y China Kruger como la revelación, la nueva película de Leo Damario explora el lado salvaje del culto a la exposición.

¿Qué pasa cuando el deseo ya no se oculta, sino que se monetiza? ¿Y qué queda del cuerpo cuando se vuelve contenido?

En un tiempo donde el éxito se mide en clics y la intimidad cotiza en suscripciones, Leo Damario —el enfant terrible del cine indie argentino— vuelve a meterse donde quema: Solo Fanáticos es un descenso al corazón del espectáculo contemporáneo, donde las luces de ring son LEDs, los striptease se hacen por celular y la identidad se construye entre filtros y tokens.

Nacha Guevara, mito viviente y superviviente de todos los exilios, encarna a una ex diva del cabaret devenida manager de estrellas porno virtuales. Es ella quien da la bienvenida a este mundo de máscaras digitales y cuerpos pixelados. A los 84 años, su presencia es demoledora. “La fama ya no es glamour, es exposición sin piel”, dispara.

La acompaña Benjamín Vicuña, en uno de sus papeles más arriesgados: es un ex periodista devenido coach emocional para influencers eróticas, perdido entre la culpa católica y el culto al algoritmo. “Me gusta cuando el cine incomoda”, dijo en el back. “Esta historia habla del mercado de los cuerpos, pero también de cómo nos miramos entre nosotros.”

De Miss Argentina a guerrera digital

Y si hablamos de miradas, la aparición más salvaje la pone Antonella "China" Kruger, ex Miss Argentina y debutante absoluta. Interpreta a Lara, una joven que escapa del circuito de los certámenes de belleza para vender su deseo en OnlyFans. Pero lo que parece empoderamiento se convierte en jaula: “No soy decoración de pantalla para el ocio de nadie”, lanza sin filtro: “Esta película me parió de nuevo”.

Sex dolls, adicciones y feminismo online

En clave noir digital, la película mezcla planos eróticos con confesiones demoledoras. Emilia Attias es otra de las figuras centrales: su personaje, ex adolescente estrella, navega los traumas de una infancia mediática y encuentra en el sexo pago una forma de control. “Es un papel crudo, sin glamour, pero liberador”, dijo Emilia. “El ambiente al que me expuse de chica dejó heridas, y este rol fue una forma de hablarlo sin victimizarme.”

Hay algo de Cassavetes, algo de Spring Breakers, algo de esos films que no quieren agradar pero no se olvidan. Damario no oculta su estilo provocador —imágenes sucias, cuerpos reales, diálogos que cortan— pero esta vez elige también una mirada compasiva hacia quienes viven del deseo ajeno.

Cine indie con uñas negras

Rodada en Buenos Aires en sets que replican estudios amateur de webcams y camarines decadentes, Solo Fanáticos es una declaración de principios del cine independiente argentino.

Vicuña lo dijo claro: “Es fundamental apoyar estas películas. No hay márketing, hay compromiso”. La producción fue guerrera: presupuestos ajustados, jornadas intensas, escenas delicadas que exigieron confianza entre actores y director. Pero el resultado se siente urgente. La película no busca moralizar, sino incomodar. En un mundo donde los cuerpos son contenido, Solo Fanáticos propone una pregunta incómoda: ¿Hasta dónde estás dispuesto a mostrarte por ser visto?

Todo sobre Leo Damario

Leonardo Damario es un director y guionista argentino nacido en Mar del Plata, reconocido por su cine independiente, provocador y cargado de tendencias visuales. Con una trayectoria que abarca desde más de sesenta videoclips para bandas como Babasónicos y Miranda!, hasta films como Palmera, Olympia (seleccionada en la Berlinale) y la serie Victoria, Damario se consolidó con un Cóndor de Plata por Victoria.

Su estilo, calificado como sofisticado, glamoroso y transgresor, fusiona elementos del neorrealismo con estética neopsicodélica, mezclando lo visual, lo sonoro y lo corporal. Ha definido su obra como “punk y anticareta”, afirmando que prefiere abrir caminos propios antes que ajustarse al circuito comercial o replicar fórmulas tradicionales.

En Solo Fanáticos, Damario retoma su estilo rupturista: un relato crudo centrado en una influencer de OnlyFans, el poder del “nepo baby” y las tensiones entre el deseo, la maternidad y la exposición digital. La película, rodada en locaciones emblemáticas de Buenos Aires y Uruguay, vuelve a poner sobre el tapete su búsqueda de géneros híbridos, cruzando lo pop con lo político, lo erótico con lo íntimo. Considerado por algunos como el “Almodóvar argentino”, Damario prefiere describirse como un “cineasta dandy y rebelde”, que convoca una sensibilidad híbrida donde el cuerpo, la música y la estética dialogan con el espectador a través de imágenes que “abren habitaciones”.

ESTRENO + TEASER

Solo Fanáticos se estrenaen 2026. Pero ya está disponible un teaser adelanto.